domingo, 31 de enero de 2016

Sueños al alcance de la mano

¿Quién no ha pensado alguna vez “yo no valgo para esto”, “seguro que lo hago mal”, “si lo hago me van a regañar”…? Estos pensamientos negativos nos van a dar la razón, vamos a fracasar por no creer en nosotros mismos. Así que debemos aprender a utilizar el fracaso, no como un miedo, sino como un elemento motivador, un punto de referencia que nos sirva para saber lo duro que tenemos que trabajar para evitar pararnos es esa estación oscura y lúgubre, en la que cada rayo de esperanza y confianza se apaga con cada pensamiento negativo.

Por una parte, el positivismo es lo que nos ayudará a sacar lo mejor de cada uno, lo que nos ayudará a triunfar y alcanzar todos y cada uno de los objetivos que nos planteemos. Para conseguirlo es necesario involucrarnos en cuerpo y alma, ya que no hay atajos para alcanzar grandes objetivos. ¡Aaa! Y no es un proceso fácil que digamos. Debemos asumir que este será un trabajo largo y costoso, pero, como bien sabemos, aquello que más trabajo cuesta conseguir es lo que más llegamos a apreciar.

Por otra parte, otro aspecto a tener en cuenta, es que en este camino hacia nuestros deseos encontraremos multitud de obstáculos (personas, dificultades, el tiempo…) que intentarán, a toda costa, sabotear nuestra mente y, así, evitar que los alcancemos. Es en este momento, cuando debemos armarnos de valor y confiar en que si seguimos adelante, superando cada uno de estos "sabotajes", podremos llegar al final del trayecto.

Por último, solo me queda aconsejaros que para conseguir vuestros objetivos no paséis por encima de nadie, ya que “no hay que apagar la luz de otro para lograr que brille la nuestra” (Mahatma Gandhi).

jueves, 28 de enero de 2016

El síndrome del campamento de verano

Los humanos somos los únicos seres vivos que nos movemos por los dramas. No sabemos vivir felices, no disfrutamos de lo que tenemos, ya que siempre nos parece insuficiente, un antojo consumista que domina nuestra sociedad enferma y materialista. Debemos vivir y ser felices con lo que tenemos, porque como bien decía mi abuelo “siempre habrá una familia peor que nosotros”; pero siempre aprovechando el momento (Carpe Diem), ya que, como niños pequeños, queremos lo que perdemos o no tenemos.

Así pues, deciros, que no podemos vivir en el pasado o mirando hacia un futuro probable, ya que de esta forma lo único que conseguimos es perdernos el presente, el día a día, los saludos de los vecinos, los despertares con la chica/o que quieres o, simplemente, las llamadas de tu abuela, que aunque ahora la consideres una pesada, si no cambias tu forma de ver el mundo, después lo añorarás.

Por culpa de esta perspectiva dramática, intentamos revivir o avanzar emociones, comidas y cenas de navidad con la familia, viajes con los amigos, en vez de vivir el presente. No podemos intentar repetir o predecir momentos, situaciones, ya que cada una sucede como tiene que pasar, sin planearlo, sin esperarlo, aleatoriamente; de esta forma disfrutarás y te sorprenderá la vida mucho más. Esto, se conoce como el fenómeno del “síndrome del campamento del verano”, es decir, una año vas al campamento con tus amigos y te lo pasas de p@$a m#$*^&e, pero cuando al año siguiente vuelves y piensas que te lo vas a pasar en grande o, incluso, que será mejor que el anterior… No es así, todo ha cambiado, los monitores, las chicas, tus amigos están raros…

Así que disfruta, mira la vida con buenos ojos e intenta vivir cada momento y cada persona al máximo.

domingo, 24 de enero de 2016

Lobos con piel de cordero

Prejuzgamos a la gente por su “envoltorio”, su apariencia física, raza, cultura, gustos… Las clasificamos, aunque en algunas ocasiones de manera inconsciente, por clases y, a su vez, las asociamos con lo bueno o lo malo, en función de las sensaciones que nos da esa persona a simple vista.

Muchas veces he sido testigo y carne de etiquetas, definido por los pensamientos de los demás o engañado por mis propias ideas. Así como por ejemplo, el estar tatuado, la gente, lo asocia con un chico chulo, rebelde, todo lo contrario a lo que creo que soy ¡vaya! Pero lo que ellos no saben es lo que cada uno de esos “dibujos” representa, la historia que se esconde en cada trazo, en cada pinchazo de esa aguja que marca en piel cada uno de nuestros recuerdos y emociones.

Por estas razones, y sabiendo todas las veces que me he equivocado y me he tenido que tragar mis propias palabras, os doy el siguiente consejo: muchas veces aquellos que parecen más diferentes, opuestos, o incluso aquellos que podemos considerar nuestro “antónimo”, pueden llegar a tener un corazón enorme y llegar a forjar con ellos una gran amistad; pero, sin embargo, aquellos que parecen ser más iguales, buenos,  humildes y leales pueden ser, en realidad, lobos con piel de cordero.

Así pues, debemos conocer a las personas desde dentro, mantener una mentalidad abierta y luchar contra las ideas que el subconsciente quiere imponernos al prejuzgar al resto, consiguiendo, de esta forma, darnos la oportunidad de conocer, verdaderamente, a las personas.

jueves, 21 de enero de 2016

¿Amigos?

¿Cuántos amigos tenemos? ¿Quiénes son en realidad nuestros amigos? Son preguntas que frecuentemente nos hacemos. Y para responderlas, normalmente, utilizamos argumentos basados en acciones o “recompensas” a corto plazo, temporales, por ejemplo: Fulanito sí que es mi amigo, porque me ha acompañado a comprar”, “Vengaito es mi mejor amigo, porque me ha invitado a su fiesta”, “Tengo 500 amigos en facebook”…  Si me dieran un euro por cada vez que he escuchado estos comentarios, sería rico. No obstante, esto solo son una gran cantidad de ejemplos, que utilizamos, en realidad, para auto convencernos de la multitudinaria ola de personas, que creemos que pondrían la mano en el fuego por nosotros. Pues no es así. ¡Despertad! Gran parte de las personas que nos rodean (generalizando, ya que no creo que mi caso sea el único) se mueven por interés, codicia, placer; una amistad de “quita y pon” o de temporada.

Rodéate de los que te quieren, los que te ayudan y protegen, y que hacen que tu día a día sea un camino de rosas. Por lo que debemos darnos cuenta, lo antes posible, que los verdaderos amigos son aquellos que realmente están en las buenas y en las malas, y que, aunque lleves mucho tiempo sin verlos, al juntarse de nuevo, esté todo igual, nada haya cambiado.

Por último, destacar que es muy importante y fundamental, que la amistad no se mida por hechos ni acciones, no reprochar lo que hiciste por el otro. ¡No! La amistad es pensar en ayudar y ofrecer lo mejor de ti sin esperar nada a cambio, pero no seas ignorante, piensa bien a quien debes ofrecer ese tesoro.